MARC MASIP – 17 DIC 2018 – EL PAÍS
Marc Masip es psicólogo, director del Instituto Psicológico Desconect@ y experto en el tratamiento del uso abusivo de las nuevas tecnologías. En su libro ‘Desconecta’ plantea las bases de una “dieta digital” para superar nuestra elevada dependencia al móvil y mejorar nuestra relación con las pantallas.
“España es el país con más adicción adolescente a Internet de toda Europa: un 21,3% de los adolescentes españoles son adictos a la red, frente al 12,7% de media Europea. Además, 77% de los usuarios de móviles inteligentes sufren “nomofobia”: el miedo irracional a no estar permanentemente conectados. El problema de esto es que conectamos con algo o alguien virtual, pero desatendemos y desconectamos nuestras relaciones reales y humanas”, reflexiona el psicólogo. Y advierte que esta “adicción” al móvil no solo provoca problemas de sueño, de rendimiento académico y de socialización: los jóvenes también se sienten ignorados por sus padres, cuando las familias están más pendientes del móvil que de ellos. La propuesta de Masip pasa por la educación en el buen uso de las pantallas y pautas como “PIVE”: pensar, intuir, vivir y evaluar dónde y qué imágenes compartimos, cómo evitar que nos perjudiquen y de qué forma podemos aprovechar lo mejor de la tecnología en la nueva era digital.
TRANSCRIPCIÓN
También hablaremos de adicción si hay síndrome de abstinencia. Síndrome de abstinencia, conocido como «mono», es verdad que no lo encontramos tan elevado como puede ser con las drogas, con el alcohol o con el juego. Pero sí que, con los adolescentes que venimos tratando, cuando pasan ese periodo de abstinencia, notamos que hay una primera fase de un pico muy elevado de agresividad, de desestabilidad, de necesidad de consumir el aparato tecnológico, de tenerlo… A veces, incluso, hemos detectado que no solo es el uso, sino el hecho de tenerlo y tenerlo controlado ya les calma mucho esa ansiedad, esa necesidad. Pero hay que reconocer que, en el momento que va pasando un tiempo en el que el joven, adulto, no tiene teléfono móvil, se va acomodando a esa situación, va bajando sus niveles de estrés, sus niveles de ansiedad. Y sí que es curioso que vemos que, si el nivel de ansiedad estaba aquí, hay un pico cuando desaparece el teléfono móvil, pero vuelve a bajar incluso por debajo del nivel de ansiedad o de estrés que tenía cuando tenía el teléfono móvil.
Todas las empresas, todas las aplicaciones tienen un gran bagaje en productos adictivos que hacen que lo uses más, al final es su objetivo, y ellos son víctimas de eso. Son víctimas de no haber recibido una formación, por lo tanto, no son nativos digitales, son analfabetos digitales. Y, hablando de amor, al amor a primera vista que le tienen al teléfono móvil, nadie les explica que esto es como un beso, nadie les explica que en el momento en el que tú te besas, cuando tú has sido adolescente y te has besado con alguien, alguna vez te has querido «desbesar», porque te arrepientes de ese beso y no has podido. Porque el «desbeso» no existe. Internet, la Red tiene eso, no existe una acción que puedas cambiar, en el momento en que hacemos algo en la Red, es para siempre, y eso es verdad. Aunque haya aplicaciones que venden lo contrario, para que ellos crean que pueden ser más libres. Entonces, ahí entramos en algo superinteresante, y es la libertad. Estamos haciendo aplicaciones para que ellos se sientan libres en la Red, donde puedes hacer de todo. Puedes ver cosas que me niego a pensar o nos debemos negar a pensar que sea bueno para ellos, ¿de acuerdo? Porque luego vemos el sexo, la pornografía que ven siempre son hombres con mujer, luego nos puede sonar a cosas que pasan. Siempre es ella la que recibe el golpe, no él. Vemos muertes en las que parece que estén incluso justificadas, valores que no se pueden transmitir de ninguna de las maneras. Bien, la Red nos da libertad, ¿cómo les da libertad? En el baño, en la cama o cuando nadie les ve. Dónde más utilizan el móvil los adolescentes es en el baño y en la cama, ¿por qué? Porque no está ni el profesor ni papá ni mamá vigilando, tienen un pestillo o están durmiendo, teóricamente ellos también. ¿Qué encuentran ahí? Libertad. Claro, la libertad, si es que es fantástico. La libertad es lo que anhela cualquier ser humano.