MARC MASIP – 17 DIC 2018 – EL PAÍS

Marc Masip es psicólogo, director del Instituto Psicológico Desconect@ y experto en el tratamiento del uso abusivo de las nuevas tecnologías. En su libro ‘Desconecta’ plantea las bases de una “dieta digital” para superar nuestra elevada dependencia al móvil y mejorar nuestra relación con las pantallas.

“España es el país con más adicción adolescente a Internet de toda Europa: un 21,3% de los adolescentes españoles son adictos a la red, frente al 12,7% de media Europea. Además, 77% de los usuarios de móviles inteligentes sufren “nomofobia”: el miedo irracional a no estar permanentemente conectados. El problema de esto es que conectamos con algo o alguien virtual, pero desatendemos y desconectamos nuestras relaciones reales y humanas”, reflexiona el psicólogo. Y advierte que esta “adicción” al móvil no solo provoca problemas de sueño, de rendimiento académico y de socialización: los jóvenes también se sienten ignorados por sus padres, cuando las familias están más pendientes del móvil que de ellos. La propuesta de Masip pasa por la educación en el buen uso de las pantallas y pautas como “PIVE”: pensar, intuir, vivir y evaluar dónde y qué imágenes compartimos, cómo evitar que nos perjudiquen y de qué forma podemos aprovechar lo mejor de la tecnología en la nueva era digital.

 

TRANSCRIPCIÓN

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Marc Masip. Soy Marc Masip, director y psicólogo del instituto psicológico Desconect@, y me dedico a divulgar, a formar y educar a nuestros jóvenes en que la tecnología es eso, una herramienta que nos facilita la vida, pero de la cual no podemos depender.
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Maribel Díez. Hola, Marc. Mi nombre es Maribel, soy madre de dos hijos, de dieciséis y de diecinueve años. Y estoy encantada de estar aquí contigo para hablar de un tema tan interesante como es la relación que tenemos con las pantallas, con la tecnología. Y, por entrar directamente al meollo de la cuestión, ¿exageramos cuando hablamos de la adicción al móvil?
Marc Masip. Bien, yo no creo que exageremos. Para hablar de adicción nos vamos a centrar en tres aspectos, los cuales veremos que cumplen el uso actual que se está dando al teléfono móvil. El primero es que hay una dependencia absoluta, un cambio de hábito. Es decir, si yo me levanto por la mañana y lo primero que hago es mirar el móvil y, por lo tanto, me levanto más tarde de la cama, o si nos vamos unas horas antes, si lo último que hago es mirar el móvil antes de irme a dormir, y, por lo tanto, ahí acorto el tiempo de descanso. Ahí hay un cambio de hábitos y, por lo tanto, hay una dependencia.
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También hablaremos de adicción si hay síndrome de abstinencia. Síndrome de abstinencia, conocido como «mono», es verdad que no lo encontramos tan elevado como puede ser con las drogas, con el alcohol o con el juego. Pero sí que, con los adolescentes que venimos tratando, cuando pasan ese periodo de abstinencia, notamos que hay una primera fase de un pico muy elevado de agresividad, de desestabilidad, de necesidad de consumir el aparato tecnológico, de tenerlo… A veces, incluso, hemos detectado que no solo es el uso, sino el hecho de tenerlo y tenerlo controlado ya les calma mucho esa ansiedad, esa necesidad. Pero hay que reconocer que, en el momento que va pasando un tiempo en el que el joven, adulto, no tiene teléfono móvil, se va acomodando a esa situación, va bajando sus niveles de estrés, sus niveles de ansiedad. Y sí que es curioso que vemos que, si el nivel de ansiedad estaba aquí, hay un pico cuando desaparece el teléfono móvil, pero vuelve a bajar incluso por debajo del nivel de ansiedad o de estrés que tenía cuando tenía el teléfono móvil.

Maribel Díez. Qué bueno. Muy bien.
Marc Masip. Y creo que hay algo que quizás es menos clínico, pero sí más real. Un adicto, en un gran porcentaje de los casos, cuando ya lleva un tiempo sufriendo esa adicción, bien sea fumar, bien sea estar con las pantallas, siempre quiere acabar no consumiendo. Es decir, tiene una conciencia, una educación, una sociedad que transmite unos valores que dicen: «Ey, hay que dejar de ser adicto a esto». Hay chicos que quieren dejar de utilizar tanto el móvil; hay chicos que, cuando convivo con ellos, me cuentan: «Quiero dejar de depender el móvil, quiero estar más tranquilo. Me estresan los mensajes, los sonidos, tener que contestar ya, esta inmediatez que nos solicita el mundo digital», y no lo pueden dejar. No pueden dejarlo porque están enganchados, no pueden dejarlo porque sus iguales están enganchados, y porque han nacido en esta era, en la que parece que tengan que tener sí o sí un teléfono móvil.
Maribel Díez. De depender tanto de él.
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Marc Masip. Desde Desconect@ hemos estado haciendo estudios a la población española, y el 75% de los adultos creen que estamos abusando del teléfono móvil. Fíjate, que hay mucha gente de la que cree que abusamos, sigue abusando. Por lo tanto, ahí el querer y no poder dejarlo, o el camino, el alud este tecnológico que hemos sufrido que nos lleva a, sin ser conscientes de lo que está pasando, hacer un mal uso. Hay un dato que me parece muy interesante de la ONG Protégeles que habla de que el 21,3% de los adolescentes españoles es adicto a la Red. La media europea se sitúa en un 12,7%, con lo cual, casi doblamos la cifra y somos el país con más adicción europea.
Maribel Díez. Casi doblamos, efectivamente.
 
Marc Masip. Claro, algo estamos haciendo mal. ¿Qué vamos a hacer? ¿Vamos a eliminar la Red de nuestras vidas? Eso es imposible. Yo creo que el problema de fondo viene en la educación. La educación que se viene dando a través de los padres y a través de las escuelas. Padres que se encuentran absolutamente desfasados de sus hijos a nivel tecnológico, fíjate que es como el doping y el antidoping. Los padres son el antidoping, que persiguen las sustancias, y el doping va creando sustancias nuevas que tardan tres años en ser descubiertas por el antidoping. Bien, yo creo que tú ahora sabes lo que es Facebook, ¿verdad? Pero las aplicaciones que utilizan ya no son Facebook, ya son otras novedades, de las cuales los padres andan obsoletos porque nadie les ha formado ni les ha dicho cómo tienen que educar a sus hijos. Bueno, de hecho, ya es difícil ser padre de por sí, con lo cual, imagínate si ponemos un elemento tan complicado como es teléfono móvil o cualquier otra pantalla. Yo creo que es muy necesaria la educación, a través de los colegios, a través de entidades, formemos a estos jóvenes, el día de mañana, en ser humanos que trabajen, que vivan, que convivan con la tecnología de forma correcta. Estoy un poco en contra de esa palabra o de ese término de «nativos digitales», para mí son analfabetos digitales, para mí son chicos que cuando les das un teléfono móvil ya viene muy bien preparado para ellos, tienen un amor a primera vista, tienen un amor que les das el teléfono móvil y, sin leerse instrucciones, saben perfectamente el funcionamiento total de ese aparato, todo es intuitivo y nadie les ha dicho qué está bien y qué está mal, ¿de acuerdo?
05:26

Todas las empresas, todas las aplicaciones tienen un gran bagaje en productos adictivos que hacen que lo uses más, al final es su objetivo, y ellos son víctimas de eso. Son víctimas de no haber recibido una formación, por lo tanto, no son nativos digitales, son analfabetos digitales. Y, hablando de amor, al amor a primera vista que le tienen al teléfono móvil, nadie les explica que esto es como un beso, nadie les explica que en el momento en el que tú te besas, cuando tú has sido adolescente y te has besado con alguien, alguna vez te has querido «desbesar», porque te arrepientes de ese beso y no has podido. Porque el «desbeso» no existe. Internet, la Red tiene eso, no existe una acción que puedas cambiar, en el momento en que hacemos algo en la Red, es para siempre, y eso es verdad. Aunque haya aplicaciones que venden lo contrario, para que ellos crean que pueden ser más libres. Entonces, ahí entramos en algo superinteresante, y es la libertad. Estamos haciendo aplicaciones para que ellos se sientan libres en la Red, donde puedes hacer de todo. Puedes ver cosas que me niego a pensar o nos debemos negar a pensar que sea bueno para ellos, ¿de acuerdo? Porque luego vemos el sexo, la pornografía que ven siempre son hombres con mujer, luego nos puede sonar a cosas que pasan. Siempre es ella la que recibe el golpe, no él. Vemos muertes en las que parece que estén incluso justificadas, valores que no se pueden transmitir de ninguna de las maneras. Bien, la Red nos da libertad, ¿cómo les da libertad? En el baño, en la cama o cuando nadie les ve. Dónde más utilizan el móvil los adolescentes es en el baño y en la cama, ¿por qué? Porque no está ni el profesor ni papá ni mamá vigilando, tienen un pestillo o están durmiendo, teóricamente ellos también. ¿Qué encuentran ahí? Libertad. Claro, la libertad, si es que es fantástico. La libertad es lo que anhela cualquier ser humano.

07:17
Marc Masip. Por ejemplo, puerta A y B, escoge una.
Maribel Díez. A.
Marc Masip. A. En la A encontramos algo que te hará mucho daño, y, en la B, yo te aseguro que habrá un spa fantástico donde te podrás relajar. ¿A o B?
Maribel Díez. Me he equivocado. B.
Marc Masip. Tenías libertad para escoger: A y B, y luego tenías libertad para cambiar A por B o mantenerte en la A. ¿Por qué has cambiado?
Maribel Díez. Porque ahora sé lo que pasa en la B.
Marc Masip. Exacto. Saber, qué gran palabra, ¿no? En el momento en el que tú sabes, puedes escoger mejor y, seguramente, tu destino sea mejor. Nuestros chicos quieren esta libertad, la anhelan, nosotros también. Pero, sobre todo, los chicos la anhelan, la piden, chantajean y manipulan para tener más: poder salir un rato más, poder estar aquí, irme a casa de una amiga para luego estar con más amigos… forma parte de su vida. Muy bien, necesitamos libertad. En el súper no hay libertad, en la calle no hay libertad, ¿dónde podemos conseguir la libertad? Sólo hay un método, y es a través del conocimiento. ¿Cómo adquiero el conocimiento? Con experiencias o estudiando. Estudiando, leyendo, formándome, ¿de acuerdo? Con mis padres, con lo que me puedan enseñar ellos, con mis tutores, con lo que me pueda enseñar un hermano mayor, un amigo mayor, ¿no? Si lo que deseamos es la libertad, no se la demos a través de las pantallas, démosla a través del conocimiento, el origen de la libertad es el conocimiento. Entonces, en esas pantallas encuentran esa libertad, pero mal formada, mal adquirida. Yo creo que es muy importante dar un paso atrás en lo tecnológico, dentro de este alud, dar un paso atrás en lo tecnológico para seguir dando pasos adelante en lo humano.
08:53
Maribel Díez. Esto que dices suena precioso, pero es como difícil dar un paso atrás en lo tecnológico. Por ejemplo, hoy en día necesitamos el teléfono… yo quizá no, pero mis hijos tienen todo en el teléfono, tienen los contactos de sus amigos, tienen los apuntes de la universidad, tienen las entradas del cine, tienen la web donde buscan empleo… O sea, hay una necesidad real del teléfono. ¿Cómo compaginar el uso del teléfono y cómo distinguir las señales de una dependencia?
Marc Masip. Ahí se nota que eres madre de dos chicos.
Maribel Díez. Sí, que están todo el día…
Marc Masip. Que te han inflado la cabeza con este tipo de mensajes. Creo que no, creo que no, creo que no hace tanto, encontrabas cualquier calle sin teléfono móvil, conducíamos en moto sin casco, no llevábamos cinturón, en los paquetes de tabaco no ponía que fumar mataba, y el Muro de Berlín estaba levantado. No creo que el teléfono móvil sea una necesidad, de hecho, me parecería demasiado conformista pensar esto. Hemos visto como chicos que durante un tiempo no han tenido móvil por el motivo que sea, o porque no tenían la edad ni la madurez necesaria para tener un móvil, han seguido haciendo planes, han seguido yendo a cumpleaños, han seguido teniendo amigos, han seguido pudiéndose relacionar…
Maribel Díez. Con la vida social.
Marc Masip. Los padres caen mucho en ese chantaje, esa manipulación de: «Queremos el teléfono móvil para comunicarnos», bien, si lo quieres, puedes tener un teléfono convencional, el cual te dirán que no quieren, que les da vergüenza llevar y no sacarán delante de sus amigos. A mí me contaba Eva, una niña de dieciséis años, que tenía un novio que iba a su clase que le había dicho que era guapa, que era simpática, que era la mejor y que quería ser su pareja, y que, en clase, después de haberle dicho todo esto a través de una red social, ni la miraba ni le cogía la mano ni se atrevía a hablar con ella. Y me decía: «Era un cobarde». Los chicos quieren realismo, los chicos están hartos de que digamos una cosa, o que se les diga, o de decir una cosa a través de la Red que luego no tiene consecuencia en la realidad. Creo que debemos reflexionar sobre si, realmente, tienen una necesidad de tener un smartphone. Sí que te compro la necesidad de tener un teléfono móvil convencional, porque pueden haber padres separados, pueden tener actividades extraescolares, pueden andar solos por la calle, o porque incluso nos apetece hablar con ellos. La necesidad la hemos creado nosotros. La necesidad de regalar un móvil con conexión a Internet, un smartphone, en primero de la ESO, o cuando hacen la comunión, o cuando llegan las navidades, o cuando empiezan una etapa equis, la hemos creado nosotros. La hemos creado nosotros porque nuestros hijos no necesitan tener un smartphone a esta edad.
11:35
Maribel Díez. ¿Es posible llevar este ideal a la adolescencia, a la juventud cuando los adultos estamos con nuestros smartphones?
Marc Masip. Es imposible. Es imposible. Ellos nacen y ven todo su alrededor, todos sus iguales con teléfono móvil. Pero es que el problema es que el espejo que copian, que son sus padres y los adultos, los ven siempre con el móvil. Ellos, cuando están en una comida y el padre está contestando ese mail tan importante de trabajo, ellos tienen que contestar su chat importantísimo, porque es de sus iguales ese chat, y sus iguales son todo para ellos en la adolescencia.
Maribel Díez. Importante.
Marc Masip. Mira, yo estaba, no hace mucho, en Galicia, en un teatro maravilloso con trescientos y pico jóvenes y les decía si utilizaban el móvil para ignorar a la gente. Y habían unos que decían que sí, que era una buena herramienta para cuando querías pasar de alguien, coger el móvil, que si algo no les apetecía el móvil era como una buena excusa para que les dejaran tranquilos. Y yo les preguntaba si lo utilizaban para pasar de sus padres, y nos reíamos y demás. Pero les hice una pregunta devastadora. Les pregunté si en algún momento se habían sentido ignorados por sus padres porque ellos estaban con el teléfono móvil. Silencio absoluto en el teatro, trescientos chicos con la mano levantada, y alguno con la cara de pena, incluso alguna chica llorando. Los chicos se sienten ignorados por sus padres porque están con el móvil. Me recuerda aquellas situaciones en los restaurantes en las que les dabas el teléfono o la tableta para que se callen.
Maribel Díez. El teléfono…
Marc Masip. Los padres tenemos una responsabilidad cuando tenemos hijos. Tenemos la responsabilidad de cuidarlos, de darles de comer, de darles ropa, de darles un techo, de dar lo mejor de nosotros por ellos, de darles amor, de educarlos, de exigirles, de ponerles normas, de ponerles límites. Lo podemos hacer fatal, tenemos derecho a hacerlo muy mal, pero no podemos desistir de hacerlo bien. Creo que, cada vez que les damos una tableta para que estén callados, les estamos maleducando. Creo que si los ignoramos, no vamos a tener el vínculo que queremos, porque luego les vamos a exigir que ellos estén pendientes de nosotros y que nos cuenten cosas.
 
13:45
Marc Masip. Esta adicción al móvil ha creado nuevos términos. Uno de ellos habla de esta ignorancia o de esta mala educación, como es el “phubbing”, el hecho o el acto de menospreciar a alguien o de ignorar a alguien por estar más pendiente del móvil. Yo no creo que solo sea una falta de respeto, es que es una desconexión humana para una conexión con alguien que no está ahí, y que ya veremos si es una conexión real, desde luego es virtual, ya veremos si se convierte, al final, en real o no. Pero que me da mucho miedo, porque pasa por delante de lo real.
Maribel Díez. Claro. Es como “desconecta para conectar”, ¿no? Desconecta de las pantallas para conectar. ¿Son posibles las dos cosas?
Marc Masip. Cuando nosotros interactuamos en redes, cuando interactuamos en chats, debemos ir con mucho cuidado. Durante un tiempo has estado juzgado por “likes” y comentarios de los demás, por esa admiración y pertenencia a grupo que todos los adolescentes buscan, pero cuando estás solo en la cama, solo estás tú. La diferencia entre lo que eres y lo que vendes ser en las redes sociales se llama frustración. Falta muchísima cultura de trabajo de qué soy y quién soy. Y las redes sociales, desde luego, desvirtúan el quién eres y qué eres. De hecho, venden un producto que no tiene nada que ver.
Maribel Díez. Quizá esto es el asunto central de cómo hacer un buen uso de las redes, ¿no? O sea, sin descuidar nunca el propio conocimiento, el autoconocimiento.
Marc Masip. Exacto. Yo creo que es muy importante, en el momento en el que colgamos una foto, utilizar el PIVE: debemos pensar, intuir, vivir y evaluar. Pensar qué cuelgo, pensar que esa imagen, ese vídeo, ese texto va a tener una repercusión para siempre en las redes sociales. Intuir, intuir qué foto estoy colgando, qué vídeo estoy colgando, qué va a pasar si el mayor de mis enemigos o aquella persona con más maldad me quiere hacer daño, ¿esa imagen va a jugar en mi contra o no? Vivir el momento, vivir ese plato que me voy a comer, que parece que tengamos que hacer la foto y comérnoslo frío. Vivir ese paisaje, vivir ese viaje, vivir esa persona con la que estoy, vivir el momento. Y, después, evaluar. Evaluar qué va a pasar con esa foto. ¿Y sabes lo máximo que va a pasar? Que va a tener me gustas y va a tener comentarios, no va a tener nada más.
16:00
Maribel Díez. Esto que utilizamos los padres, sobre todo cuando los niños son más pequeños, utilizamos el móvil o la tableta como premio o como castigo, ¿qué opinas de esto?
Marc Masip. Bien, el teléfono móvil es muy importante que nunca sea una moneda de cambio, ¿de acuerdo? No podemos decirle que si se porta bien le doy el móvil y se ti se porta mal no tendrá teléfono móvil.
Maribel Díez. Te lo quito.
Marc Masip. Me resulta o me suena más a si te portas bien, puedes fumar, si te portas mal, no podrás fumar. Desde luego, si cogemos este ejemplo, nos alarmamos enormemente. El teléfono móvil es una herramienta en la cual debemos educar para hacer un buen uso. Creo que es muy importante que los padres demos ejemplo, y creo que es fundamental dar un mensaje común. Un mensaje común quiere decir que, por mucho que padre y madre piense A o piense B, tienen que decir los dos C, y tienen que discutir, tienen que evaluar, tienen que aportar ideas a solas, pero a los hijos transmitirles un solo mensaje. Esto es útil para cualquier tipo de mensaje que queramos dar a nuestros hijos, pero en el tecnológico más.
16:57
Maribel Díez. ¿Qué señales nos deben advertir a los padres, sobre todo, de que nuestro hijo está teniendo un comportamiento abusivo con el móvil?
Marc Masip. Yo creo que la mejor señal es el mayor de los sentidos, que es el sentido común. Pero, como ese lo perdemos cuando hablamos de nuestros hijos, debemos centrarnos en cuatro o cinco ítems interesantes. Mira: si nuestro hijo pasa mucho tiempo con el teléfono móvil, es como si pasa mucho tiempo fumando, lo que te venía diciendo. Si está mucho rato con el móvil, es que algo falla. Si cuando le quito el móvil y se pone agresivo e irascible, también me vuelve a recordar un poco a las sustancias. Cuando le quito aquello que quiere, se pone de forma agresiva. Si nuestro hijo lo utiliza en lugares inadecuados, como puede ser la cama a la hora de dormir, puede ser estudiando o cuando se lo has prohibido… otra señal que nos indica que algo va mal. Pero hay una señal que creo que es muy importante y es la de los cambios emocionales. Es verdad que cuando tenemos señales de riesgo, por ejemplo en los videojuegos, en las drogas, hay un tema de gasto económico, hay un tema de gasto de factura excesiva. Bien, ahora lo han hecho muy bien, porque la factura excesiva no existe, ahora todo son hipotecas tecnológicas, acabas pagando dos mil euros por este pequeño aparato y nunca puedes dejar de pagarlo, porque ya te hacen la permanencia, y bueno, parece que todo esté muy bonito. Creo que sí que han encontrado ahí un poco, las compañías telefónicas, han encontrado ahí un poco de gancho con los megas. Tú imagínate que nos dan un coche de alta velocidad para conducir, con aire acondicionado, con agua con gas y diciéndonos lo guapos que somos, y, de golpe, nos ponen el stop y nos dicen: «Te tienes que subir a este burro, que va a ir poco a poco, vas a pasar calor y vas a llegar más tarde». Los chicos se vuelven locos. Tienen inmediatez, tienen velocidad y tienen acceso a todo, y, de golpe, les quitas los megas, y no pueden ni descargarse un audio, una imagen ni consultar nada. Con lo cual, ahí sienten aquella necesidad, aquel síndrome de abstinencia de consumir como venían consumiendo. Entonces, digitalmente les piden un euro, que además es de sus padres, y les dicen que pueden volver a ir a toda pastilla. Son señales que nos pueden ayudar a ver que nuestros hijos necesitan ayuda, necesitan normas, necesitan límites, necesitan pautas, o necesitan una reeducación para poder hacer un buen uso del teléfono móvil.
19:15
Maribel Díez. Marc, te quería preguntar, ¿qué consecuencias tiene un uso abusivo o una dependencia de las tecnologías, de las pantallas?
Marc Masip. Encontramos más consecuencias a corto plazo que a largo plazo. Encontramos que los jóvenes les baja el rendimiento académico cuando tienen un uso abusivo del móvil, ¿por qué? Porque, o bien lo utilizan en las aulas, o bien lo utilizan en horas de estudio, por lo tanto no son tan eficaces. Esto lo podemos trasladar a adultos en el mundo laboral. Encontramos que tienen trastornos del sueño. Es muy importante que todos los padres sepan que los chicos deben dormir con el móvil apagado o fuera de la habitación. Ningún joven puede estar con el teléfono móvil mientras duerme. Sabemos que las ondas son negativas para el descanso, pero hay algo que es todavía más científico, y es que si un chico se levanta a una hora a ir al baño y tiene que levantarse para ir a la escuela al día siguiente, lo primero que hará es mirar la hora. En el momento en que mire la pantalla de su teléfono móvil para saber qué hora es, la luz azul le va a interrumpir su descanso, su sueño REM, y, por lo tanto, al día siguiente no será tan efectivo. El sueño para un deportista de élite es más importante que el entrenamiento, imagínate para nuestros jóvenes. Es importantísimo que duerman con el teléfono móvil fuera de la habitación. Encontramos que hay problemas de cambios emocionales, encontramos que hay problemas familiares. Es verdad que el teléfono móvil no mata, pero un uso abusivo de ello sí que puede llegar a matar. En España, la primera causa de accidentes de tráfico es el teléfono móvil, por mirarlo, tocarlo, estar pendientes de él. Recientemente, la DGT nos presentaba estos datos de que más del setenta por ciento de los accidentes vienen causados por el móvil. Claro, directamente no causan la muerte, pero si atropello a alguien o tengo un accidente, sí que hay muerte de por medio, ¿no? También son conocidas estas noticias que nos parecen, cada vez, más frecuentes, que son hacerse un selfie y caerse, o estar despistado andando y tener un accidente. Por lo tanto, las consecuencias vienen en nuestro día a día, pero también vienen siendo definitivas. Y, por ejemplo, andar por la calle con el teléfono móvil tiene su riesgo, por supuesto que tiene su riesgo. Estás perdiendo todo lo que tienes alrededor, además, tiene el riesgo de poder conocer a gente maravillosa que no ves, que pasa por tu lado.
21:26
Maribel Díez. Efectivamente. Lo que creo que es evidente es que los teléfonos nos hacen la vida más fácil, nos hacen la vida más cómoda. ¿Qué consejos nos das para hacer un buen uso de ellos?
Marc Masip. Creo que es interesante seguir una dieta digital, seguir unos consejos que nos lleven a convivir de forma más positiva con el teléfono móvil. Yo creo que hay cinco que son imprescindibles. El primero es no utilizar el móvil como moneda de cambio de tus hijos. Educar, formar, explicar, explicar el porqué de los castigos, explicar el porqué de las restricciones, el porqué de la facilidad de uso y llegar a un entendimiento. Es fundamental no utilizar la pantalla más de dos horas al día. Nosotros habíamos sacado una aplicación, hace cuatro años, que nos prohibieron porque decía cuanto utilizaban el móvil. Estamos viendo un cambio, en ese sentido, para que el adicto sepa cuanto fuma o cuanto ha consumido.
Maribel Díez. El autocontrol es muy importante.
Marc Masip. Creo que es fundamental tener el móvil fuera de la habitación por las noches. Creo que es fundamental dormir adecuadamente. Creo que es imprescindible descansar, y no ver pantallas, en este caso el teléfono móvil, dos horas antes de irnos a dormir. Creo que es imprescindible educar en que todo lo que hagan a través del móvil sea consecuente y real en la vida. Que todo lo que hagan a través del móvil lo pueda ver todo el mundo. Que las cosas privadas se hablen en persona, y que haya cosas que sepamos que en cualquier momento se pueden destapar. No debemos olvidar que el móvil se ha creado para comunicarse. Steve Jobs, cuando creó su primer smartphone, enumeró una serie de características que ahora nos parecen normales, pero que, en aquel momento, eran altamente novedosas, y la última de ellas fue llamarnos. Dijo algo así como: «Y, además, este teléfono os permitirá llamaros». Bueno, parece que intuía lo que iba a pasar. Estamos utilizando, sobre todo los más jóvenes, el teléfono móvil para todo menos para llamar, y es curioso. Por lo tanto, y recapitulando: No debemos utilizar el móvil como moneda de cambio. No debemos ver el móvil más de dos horas al día y tampoco lo deben hacer ellos. Debemos utilizar todo lo que comuniquemos para que, luego, en la vida real, sea significativo. No podemos dormir con el teléfono móvil en la habitación. Y el teléfono móvil sirve para eso, para comunicarnos.
23:43
Maribel Díez. Marc, ¿a qué edad recomiendas dar un primer teléfono móvil a un niño o una niña?
Marc Masip. Bien, yo creo que la edad adecuada para tener teléfono móvil son los dieciséis años, ¿de acuerdo? Pienso que hay dos motivos fundamentales para ello, y que, además, tienen mucha fuerza. El primero, es que no están madurativamente desarrollados a nivel cerebral para tener un aparato como este. Le llamamos teléfono móvil pero es un ordenador abordo brutal que nos permite llamar. Y, después, sí que creo que nunca encontraré a alguien que me pueda refutar mi segundo motivo. Y es que no conozco aún el adolescente menor de dieciséis años que tenga la necesidad de tener un smartphone. Puedo entender, como comentábamos antes, que tener un teléfono móvil convencional por motivos de seguridad, comunicación o comodidad, pero no hay ningún adolescente menos de dieciséis años que necesite tener smartphone.
24:41
Maribel Díez. Según tu opinión, ¿cómo se puede contribuir, si se puede contribuir, desde la escuela, desde el ámbito educativo a hacer un buen uso de la tecnología?
Marc Masip. Como puedes imaginar, estoy absolutamente de acuerdo con la medida tomada en Francia, que habla de que los menores de quince años no pueden utilizar el teléfono móvil en la escuela, inclusive en el recreo. Hay un instituto balear que ya, en Mallorca, han puesto en funcionamiento el no llevar el teléfono móvil, y solo en estos meses que llevamos de curso, han visto un cambio brutal en el rendimiento académico, y una profesora decía que el mejor de los cambios ha sido ver que en el patio hablan entre ellos.
Maribel Díez. Ya.
 
Marc Masip. Con lo cual, se sociabilizan mucho más. Creo que es necesaria una pauta de conducta a nivel estatal inmediata para saber a qué edad se puede tener teléfono móvil, dónde lo puedo utilizar y dónde no, porque además los chicos lo requieren. No veo a chicos fumando en bares, no veo a chicos sin cinturón, no veo a chicos sin casco… Las pautas estatales marcan a la sociedad. Estos límites y normas, hemos llegado ya a un punto de abuso que hay que hacerlo.
Maribel Díez. Que hay que arreglar esto.
Marc Masip. Y nos vendrán muy bien. Me encantará ver, porque estoy seguro de ello, teléfonos móviles donde haya un mensaje positivo. Es decir, “estudia sin el móvil porque serás un gran profesional”.
Maribel Díez. Qué bueno.
Marc Masip. “Duerme sin el teléfono móvil porque te voy a molestar”. Creo que es necesario, sí o sí, que pongamos normas estatales. Al final, no debemos olvidar que, cuando estamos viendo, mirando, interactuando, nuestra vida está pasando. O sea, nuestra vida es aquello que pasa mientras estamos mirando la pantalla. Y cuanto más miramos la pantalla, más nos perdemos de nuestra propia vida. Al final, el teléfono móvil no deja de ser una herramienta útil, pero no es nada más que eso, una herramienta que el ser humano debe saber utilizar a su favor.
26:28
Maribel Díez. Cada vez nos comunicamos más a través de aplicaciones como WhatsApp, a través de las redes sociales, ¿cómo está influyendo esto en nuestro lenguaje y en nuestra manera de comunicarnos, en las relaciones que establecemos mejor dicho?
Marc Masip. Nos está afectando y mucho. Los chicos cada vez leen menos. Por lo tanto, como consecuencia directa, escriben muchísimo peor. Russell Poldrack, un neurocientífico de Stanford, publicó que, en el momento en que se está haciendo una multitask, conocido como el multitasking, hay alguna parte de lo que está haciendo que se va al lado equivocado del cerebro. Por ejemplo, si un chico está viendo la televisión y haciendo los deberes, todo aquel aprendizaje queda eliminado. Y luego nos encontramos que las relaciones humanas de los chicos se están perdiendo. Ahí vemos que estamos creando unos adolescentes cobardes. Adolescentes incapaces de interactuar, de tener relaciones interpersonales reales, de tocar, de oler, de asumir, de afrontar, de superar… Por lo tanto, debemos leer más, debemos escribir muchísimo más, debemos de ordenar mejor nuestras tareas y no utilizar el multitasking, debemos de obligar a nuestros jóvenes a estudiar, a leer, a estar sin el teléfono móvil para ser más efectivos y estar mejor concentrados, y, sobre todo, a fomentar esas relaciones personales tan importantes y tan necesarias para que el mundo siga funcionando.
Maribel Díez. Tan necesarias… Hablar de desconexión es fácil, pero me gustaría que, si puedes, nos dieras algunas recomendaciones de cómo hacerlo, ¿cómo desconectar?
Marc Masip. Bien, yo creo que es necesario, para hacer un buen uso del teléfono móvil, marcarte tus propias pautas. Por ejemplo, es imprescindible dormir con el teléfono móvil apagado, es muy importante el descanso, nos vendrá bien para el día siguiente, y de hecho, ya no tenerlo en la cama antes de ir a dormir, porque lo único que hará es retrasar nuestro sueño y nos distraerá o nos llevará a diferentes tareas que no nos aportarán nada en aquel momento. Dos: trabajar o estudiar, dependiendo de nuestra situación, sin el teléfono móvil. Somos muchísimos más efectivos cuando no disponemos del teléfono móvil para hacer una tarea. Por lo tanto, cuando estoy estudiando, cuando estoy en clase o cuando estoy trabajando o haciendo un informe, no tener esas distracciones, y no me sirve la excusa de que necesito el teléfono móvil para trabajar, porque todos sabemos que puede ser que sí sea, pero también sabemos que hay muchas distracciones en ese momento. Es indispensable no enviar imágenes con contenido sexual propio. Un estudio recientemente publicado en Estados Unidos hablaba del sexting, el envío de imágenes propias con contenido sexual a tu pareja. Nos decía que, en edades adultas, cuando ya hay unos años de relación y de confianza, eso retroalimentaba, incluso a nivel sexual o nivel amoroso. Pero el mismo estudio hablaba de los peligros que tiene para los adolescentes enviar esa foto. No podemos tener contenido de valor en nuestro teléfono móvil. Ni contraseñas, ni redes sociales abiertas, ni imágenes que puedan jugar en nuestra contra, ni datos bancarios. Debe ser un elemento protegido por nosotros mismos. Y hablábamos de la educación. Cuando hablábamos de no ignorar a la persona que tenemos delante. Yo creo que es fundamental, en reuniones de amigos, en reuniones familiares, no estar con el teléfono móvil. Eso nos hará conectar más con las personas, nos hará conectar más con el ser humano, y olvidarnos un poco de esa máquina que, a veces, nos hace desconectar. Tanta actividad en redes sociales, con imágenes que se cuelgan, vídeos que se cuelgan está creando síndromes ya determinados, como puede ser el FOMO, que es aquella sensación de que me puedo perder algo si no estoy conectado, si estoy en un momento en el que estoy desconectando del teléfono móvil, me estoy perdiendo aquellas cosas que pasan.
30:11
Marc Masip. Yo tuve, en su momento, una “influencer” como paciente, que me contaba que, cuando iba al gimnasio a hacer deporte, tenía que llevarse el móvil con ella. Conseguimos que lo dejara en la taquilla, y cuando volvió tenía cierta ansiedad por ver qué estaba pasando. La sorpresa y el malestar de ella fue cuando vio que no tenía nada, con lo cual, nadie se había preocupado por ella, ni nadie la había echado en falta, y, por lo tanto, tampoco se había perdido nada. Habían pasado 45 minutos, pero ella entendió que era ella la que generaba estos contenidos. Luego nos damos cuenta de que hay una infinidad de perfiles falsos creados por segundo en redes sociales, y no nos damos cuenta de lo peligroso que es este envío o publicación de fotos. Una cosa es publicar, y la otra es enviar. Hemos de tener en cuenta que en el último estudio de Desconect@ hemos evaluado que el noventa y dos por ciento de las fotos que enviamos, las ven otros ojos que no eran los del receptor original. Por lo tanto, la viralización que se viene creando. Ante esta viralización, ejemplos como en Finlandia, donde los adolescentes que hicieron viralización de un vídeo de dos chicas besándose han sido juzgados y no se les va a permitir ser profesores, bomberos, médicos ni psicólogos, para el resto de su vida, y no van a poder viajar a Estado Unidos. Una pena muy comentada, muy polémica, pero que bien seguro hará que otros chicos no viralicen, y, por lo tanto, no causen daño. Creo que es imprescindible que nuestros jóvenes vuelvan a hacer actividades extraescolares. La más importante o la que más beneficios nos viene dando es el deporte. Ese deporte, que si es en grupo aún mejor, y que les va a dar una cultura de vida trascendental. Pero, si tenemos que ir a lo fundamental, no podemos olvidar jamás que lo humano siempre va a ser superior a lo virtual.
 
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Maribel Díez. Llegado el caso, un padre y una madre detectamos que nuestro hijo tiene un enganche con el teléfono móvil, ¿cómo actuar?
Marc Masip. Bueno, cuando nos damos cuenta de que nuestro hijo tiene un problema, lo más razonable es buscar ayuda profesional que solucione ese problema. Pero sí que es verdad, que si el problema es puntual o que si el comportamiento es puntual, debemos no exagerar, y debemos educar para ver si, realmente, ha sido algo puntual, o ya es un hábito consolidado. Es muy importante no exagerar, es muy importante no ser extremo, ¿de acuerdo? Es muy importante estar con ellos, navegar con ellos, que ellos nos puedan enseñar qué hacen o qué les interesa, pero, a la vez, por ejemplo, es interesante tenerlos navegando en una zona común de la casa, para nosotros, también, estar pendientes de ellos. Y es importante evitar castigos extremos sin un argumento. Yo no puedo llegar y decirle a mi hijo que esto es así porque sí, porque lo digo yo. Es interesante, por ejemplo, tener unas normas o límites de uso en casa, que en caso de incumplimiento, ya estén escritas cuáles serán las consecuencias. Que pueden ser, por ejemplo, algo mucho más positivo, como ir a hacer una actividad de familia juntos, que también se está perdiendo, que, de forma estratégica, sea ir al teatro y no poder utilizar el teléfono móvil, o ir a hacer una actividad estratégica de aventura con tus hijos. Es importante que ellos sepan el porqué de las cosas. Nosotros como padres no debemos justificarnos, pero sí debemos explicarles el porqué de las cosas, para que ellos las entiendan mejor, las hagan suyas y, por lo tanto, las apliquen de la mejor manera. Cuando tienen sus preocupaciones, cuando tienen sus carencias, cuando tienen sus inseguridades, van a refugiarse a las nuevas tecnologías, a las pantallas, a encontrar algo ahí. E incluso en muchos casos es positivo, porque de ahí encuentran cosas, amigos, o encuentran parejas que en la vida real se convierten en eso, en reales. Pero en otros casos no, en otros casos se evaden de todo ello, no solucionan sus carencias y sus problemas y, por lo tanto, estamos ante un fracaso inminente.
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Maribel Díez. Bueno, Marc. Muchísimas gracias por esta conversación, por todo lo que nos has aportado. ¿Tienes algún mensaje final que lanzar, alguna idea?
Marc Masip. Lo más importante es que el ser humano anhela la libertad, y el origen de todo ello es el conocimiento. Hemos de darles libertad a nuestros adolescentes, y solo es a través de este conocimiento. El conocimiento lo adquirirán formándoles y educándoles. Necesitan normas y límites. Necesitamos que las pongan, que nos las instauren en nuestro funcionamiento. Necesitamos que los padres estén más formados y más educados, que las escuelas tengan mejores recursos para poder educar en competencias tecnológicas. Y no olvidemos que el teléfono móvil, las redes sociales, las tabletas o los ordenadores son herramientas fantásticas, estupendas, pero siempre haciendo un buen uso. Tenemos la ventaja de poder disponer de ellas, tenemos la ventaja de poder coger lo mejor de ellas, pero estamos cayendo en el error de abusar, estamos cayendo en el error de irnos más allá, de dejar que la parte adictiva se nos coma, y estamos olvidando la parte humana. Esa parte humana que nunca jamás va a ser vencida por la tecnológica, y que debemos potenciar al máximo para eso, para ser más felices, más libres, mejores personas y volver a conectar con nosotros, no con algo que no existe.
Maribel Díez. Ha sido un placer estar aquí contigo.
Marc Masip. Muchas gracias a ti, Maribel. Ya has visto que podemos estar sin teléfono móvil y pasar un rato de conexión interesantísimo, y espero verte muy pronto.

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