Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), el suicidio es la segunda causa de muerte entre adolescentes.
No todos/as los/as adolescentes llegan a tener una ideación suicida pero si se da el caso, es bueno tener en cuenta determinadas cuestiones. Y es por eso que queremos ayudar a los padres a identificar determinados comportamientos o señales que puedan indicar que están pasando por un momento difícil y pueden estar teniendo ideación suicida.
Queremos resaltar que no sólo por tener uno de estos comportamientos hay que pensar que el/la adolescente está teniendo ideación suicida, se tienen que dar un conjunto de comportamientos no habituales en él/ella. Tales como:
- Cambios de conducta y de carácter:
Aunque en el/la adolescentes los altibajos emocionales y del estado de ánimo son normales, cuando hay una ideación suicida estos cambios son mucho más llamativos y distintos a su forma de ser habitual. Así mismo hay que estar atentos ante el consumo de drogas, querer “cerrar temas”, hacer cartas de despedida…
- Aislamiento social prolongado:
No hablamos aquí del “típico” aislamiento del/la adolescente buscando la intimidad de su dormitorio como algo necesario y habitual en esta etapa, sino del aislamiento en el que no sólo no quiere comunicarse con vosotros, sus padres, sino que tampoco quiere hacerlo con su grupo de iguales.
- Tristeza:
Si vuestro/a hijo está más triste de lo normal, tiene una visión del mundo o de sí mismo negativa y tiene una perspectiva muy pesimista respecto a su futuro.
- Problemas de rendimiento y absentismo:
Si está teniendo cambios significativos en cuanto a la concentración a la hora de hacer sus tareas escolares y ha bajado su rendimiento o habéis tenido conocimiento de que se salta clases.
- Autolesiones o intentos previos de suicidio:
Si os habéis enterado o habéis visto que vuestro/a hijo/a se autolesiona. Las autolesiones son comportamientos que emplean algunos/as adolescentes con el fin de poder dar salida a un malestar emocional que no saben cómo manejar. Los intentos previos también deben tomarse en cuenta.
- Si vuestro/a hijo/a se comporta de forma impulsiva y/o agresiva en su forma de actuar:
Aunque, por regla general, los/as adolescentes tienden a la impulsividad y no a la reflexión, cuanto más impulsivo/a sea un/a adolescente en su conducta habitual, más posibilidades hay de este tipo de planteamientos suicidas.
CONSEJOS PARA PREVENIR UNA IDEACIÓN SUICIDA
Por tanto, y ante todo lo anteriormente expuesto, queremos aportaros algunos consejos para actuar ante la ideación suicida de vuestro/a hijo/a adolescente o para prevenirla:
- Siempre hay que hacer caso y darle importancia si os verbaliza o descubrís que vuestro/a hijo/a tiene una ideación suicida:
Es muy importante que ante una ideación suicida o signos de que pudiera haberla, no lo toméis a la ligera o penséis que “son cosas de adolescentes y que ya se le pasará”, ni tampoco reprendáis, ni os enfadéis puesto que su intención no es desafiar. Tener en cuenta que en este tipo de problemas la detección precoz puede evitar graves consecuencias.
- Validar sus emociones:
Es necesario que dejéis que se exprese emocionalmente como necesite y que vosotros le deis una respuesta empática y comprensiva. No confrontar con la idea, ni minimizar la situación o el sentimiento. Acompañarle, acogerle y contenerle en estos momentos porque, aunque no lo exprese, necesita que le transmitáis seguridad.
- Evitar momento de tensión familiar:
En estos momentos, vuestro/a hijo/a necesita poder estar en un ambiente que le devuelva la estabilidad y tranquilidad que él mismo no tiene. Intentar evitar peleas familiares o momentos de tensión que puedan afianzarle la idea negativa del mundo que le rodea.
- Tratar de comunicaros con vuestro/a hijo/a para encontrar las causas de esa ideación:
Buscar momentos de tranquilidad para hablar con vuestro/a hijo/a desde la serenidad y haciéndole ver que entendéis que está pasándolo mal y que vais a estar ahí siempre que os necesite. Prestadle atención pero no le interroguéis desde vuestra angustia. Tener presente que detrás de una ideación suicida hay otro problema que hay que solucionar.
- Enseñarle la temporalidad de las situaciones:
Enseñarle que nada es para siempre y que los problemas tienen solución pero que hay que buscarla en el lugar y la forma adecuados. Si para ello, hay que pedir ayuda, no pasa nada. Es de personas inteligentes pedir ayuda cuando se necesita.
- Compartir los problemas nos ayuda a solucionarlos:
Los/as adolescentes tienden a pensar que lo que están viviendo no le sucede a nadie más, que nadie les puede comprender y se aíslan. Enseñarle que hablar de nuestros problemas nos aporta posibles soluciones que nosotros no habríamos descubierto solos.
- Si vuestro hijo pasa mucho tiempo “enganchado” a las redes:
Es necesario que tratéis reducir el tiempo negociando con ella/el, no prohibir. Tenéis que saber que estar en contacto con páginas en las que aparecen chicos/as que han intentado el suicidio como manera de solucionar problemas, es perjudicial y puede aumentar la probabilidad de que lo haga.
- Si está aislado socialmente de forma prologada:
Fomentar la práctica de aficiones saludables que puedan realizarse en grupo (deporte, música, cine etc.). Cuando los/as hijos/as llegan a la adolescencia, los padres pensamos que ya no nos necesitan tanto y tendemos a dejar de “acercarnos” a ellos/as. Sin embargo, ellos/as necesitan saberse queridos y aceptados por eso importa expresarles que su compañía os agrada y proponerle hacer cosas en común. Esto influirá en una sana autoestima.
- Tratar que esté acompañado/a el mayor tiempo posible:
Si habéis descubierto señales o comportamientos que indican claramente una posible ideación suicida, tratar que vuestro/a hijo/a esté acompañado y quitar de su alcance cualquier medio lesivo (objeto punzante, medicamentos, etc.) y preservarle de situaciones en la que pueda hacerse daño. Si es necesario, llame o acuda al servicio de Emergencias.
- Buscar ayuda psicológica:
Los padres no podemos hacer de psicólogos con nuestros hijos, buscar ayuda profesional. Cuando las situaciones nos desbordan o no sabemos cómo solucionarlas, hay que buscar ayuda experta. También es bueno buscarla para vosotros como padres, porque es posible que las emociones derivadas de las circunstancias os superen y os afecten personalmente no dejando que veáis con claridad lo que está sucediendo. De esta manera es difícil poder ayudar bien a vuestro hijo/a.